Miles de años aun no logran ocultar la belleza y la grande de Egipto. Este país, que nació a orillas del río Nilo, encontrarás lugares fascinantes y luminosos paisajes para recorrer. Este misterioso encanto atrae a más de 8 millones de personas anualmente deseosas de recorrer sus antiquísimas sendas, lo que ubica al este país entre los destinos preferidos de África. Egipto ocupa 1.001.450 km² al noreste del continente con el Mar Mediterráneo al norte y el mar Rojo al este. Sus vecinos son Israel, al este; Sudán, en el sur y al oeste se encuentra Libia. También forma parte de este país la península del Sinaí, lugar en el que se encuentran las elevaciones de Egipto, ya que la mayor parte de su territorio está ocupado por el desierto del Sahara.
Mapa turístico Egipto
Aunque hay varios destinos egipcios que se pueden visitar en cualquier momento del año, la mejor época para viajar a esta nación es de octubre a enero, ya que de junio a septiembre son los meses más calientes del año, aunque precisamente, las playas de Alejandría se disfrutan mejor durante ese tiempo caluroso. Eso sí, toma en cuenta que la temperatura puede llegar a los 42º C, por lo que debes considerar llevar ropa fresca y portar envases para una continua hidratación. Se puede afirmar que Egipto cuenta con tres regiones climáticas distintas: Mediterráneo, semidesértico y desértico. En la primera zona, el tiempo climático es más benigno, y los veranos calurosos se refrescan ligeramente gracias a la brisa procedente del mar. Es allí donde se encuentra la antigua ciudad de Alejandría, una de las más visitadas del país. Aunque es la zona de mayor precipitación pluvial, las lluvias no son tan intensas. Alrededor de El Cairo, capital de Egipto, el cima es semidesértico, hay menos lluvias, pero las temperaturas son más altas que en la región mediterránea. Durante la primavera es común un fenómeno ambiental llamado siroco, que consiste en vientos huracanados que provienen de El Gran Sur (el desierto del Sahara) y que irrumpe con fuerza en los lugares poblados arrastrando grandes cantidades de arena y aumentando la temperatura. El clima desértico es propio de Sur, la precipitación es casi inexistente y las temperaturas pueden ser bastante altas.
Una de las bellezas más atrayentes de Egipto es su naturaleza indómita y milenaria. Al navegar por las riberas del Nilo el visitante tendrá la extraña sensación de encontrarse en una burbuja del tiempo, ya que sus habitantes, muchos de ellos pescadores, continúan viviendo el modo de vida rural que han conocido por siglos. Incluso sus ropas son propias de la región, alejadas de los códigos occidentales de vestimenta. El silencio es un acompañante omnipresente de este paisaje, que se viste de intensos colores en cada amanecer y puesta del sol. Pero las bellezas de Egipto no solo se centran en sus paisajes naturales. Visitar Egipto es adentrarse en un fascinante viaje por la historia de las civilizaciones. La mayoría de los monumentos funerarios y religiosos de este país sobrevivieron a través de milenios de historia. Los más conocidos y representativos son los dedicados a los faraones Keops, Kefrén y Menkaura o Micerinos, impresionantes pirámides cerca de la ciudad de El Cairo.El monumento dedicado a contener la esencia del faraón Keops, o pirámide de Guiza, es la única maravilla del mundo antiguo que sobrevive hasta nuestra era. Construida con más de dos millones de piedras, se alza sobre un paisaje totalmente llano y desértico, lo que la hace destacar aun más en el entorno.
También son imperdibles otros monumentos antiguos como el conjunto de templos de Abu Simbel en el sur egipcio, dedicados a Ramsés II y su esposa Nefertari. Cuatro colosos reciben a los visitantes que se adentran en un lugar lleno de historia y misterio gracias a los bajos relieves que ornamentan todo el interior. O el gran Templo de Karnak, una edificación majestuosa, grandiosa y muy bien conservada con frescos que se conservan desde hace 3.500 años. También el templo de Dendera dedicado a Hathor, diosa egipcia de la fertilidad y el amor, y que se destaca por la luminosidad de sus espacios y la exuberancia de sus relieves y frescos. Además de la Casa del Millón de Años de Ramsés III con también impresionantes bajo relieves excelentemente conservados. Aunque no es tan conocido como otros templos, conserva la magnificencia del imperio egipcio.
El Cairo
Si hay una ciudad en la que se entrelacen la historia y la modernidad de manera caprichosa y pintoresca, es El Cairo, con sus 17 millones de habitantes. Ubicada al norte de Egipto, en el delta del río Nilo, es una ciudad reciente en comparación con las pirámides, ya que su fundación data de 116 años d. C. Por cierto que, precisamente, las pirámides están cerca de El Cairo por lo que se pueden organizar visitas desde la ciudad. También cerca de allí se encuentra las metrópolis de Menfis y Saqqara. Son de paso obligado el Museo Egipcio, el zoco de Khan el-Khalili, así como el barrio del viejo Cairo (copto) es el más antiguo de la ciudad.
Luxor
A unos 700 kilómetros de El Cairo, en el Alto Egipto, se encuentra la milenaria ciudad de Luxor. Se puede decir que Luxor es una ciudad museo sin parangón en el mundo. Sus tres secciones, la propia ciudad, el poblado de Karnak y los monumentos funerarios de Tebas en el Valle de los Reyes constituyen toda una joya arqueológica de Egipto. Como todo en el país egipcio, está a orillas del río Nilo y allí se encuentran los más majestuosos e impresionantes templos del país. La misma Tebas se le conocía como La Ciudad de los Faraones, sobre cuyas ruinas se levantó Luxor. También allí se localizan el Templo de Luxor dedicado al dios Amón y construido bajo el mandato de Amenhotep III, Tutankamón y Ramsés II; los templos de Karnak; El templo de Hatshepsut, y, de construcción más reciente, el templo de Hathor. Es obligado explorar el Valle de las Reinas donde se encuentra la hermosa y atrayente tumba de Nefertari. Y, por supuesto, culminar el recorrido en el valle de Nobles donde hay algunas tumbas para visitar.