La Guadalajara medieval, para mantener a raya los invasores y hostigadores, contaba con un cinturón de murallas compuesto por cubos y torreones que la hacían invulnerable. Este bastión, su torre y puente, representan un conjunto defensivo que actualmente atrapa la atención de quienes visitan la ciudad. Su puente fue construido bajo las órdenes de la Infanta Isabel en el siglo XIII. Luego de cumplida su utilidad como torre defensiva, pasó a ser un hospital, aunque los expertos afirman que sirvió de albergue, más que un centro de atención médica. Actualmente es un centro de interpretación medieval, cuya exposición permanente incluye maquetas que exponen la utilidad defensiva del complejo. Este interés de este complejo se sustenta en su capacidad defensiva que ofrecían sus ventanas aspilleras, sus almenas y dragoneras bien distribuida en toda su fachada de mampostería de 20 metros. /-Torreón Del Alamín-/