El símbolo de progreso y el levante que tuvo Japón y su sociedad luego de la segunda guerra mundial. Es una inmensa estructura levantada en la segunda mitad de los 50’s. Se asemeja mucho a la torre Eiffel de París, pero un poco más alta. Se encuentra ubicada en pleno centro de Tokio y es el mejor sitio para las vistas hacia el plano en miniatura que en realidad proyectan sus suelos de vidrio. Esto se da en su primer observatorio, considerado el principal, en los primeros 150 metros de ascenso. Es un buen momento para ponerte a prueba si tienes alguna pizca de fobia a las alturas, así que deja que fluya el momento con una buena selfie. Por otra parte su segundo observatorio que más arriba se encuentra te da unas desafiantes perspectivas de la ciudad y los alrededores.