A los pies de la sierra de Cádiz las formaciones rocosas dan el paso a uno de los destinos turísticos más curiosos de la región. Se trata de este poblado cuyas casas parecieran cinceladas de la misma roca. Supone de construcciones civiles construidas en dentro de las mismas rocas otorgándole techo y piso. El mismo cauce del río Guadalporcún ha creado surcos en la roca aprovechados para establecer las viviendas en ella. Este ambiente surreal fue fácil de edificar, solo fue cuestión de separar por paredes aprovechando las formaciones naturales. En el casco histórico existe un hermoso castillo medieval junto a una iglesia con detalles mudéjares y góticos que datan del siglo XV; perfectamente visible a la lejanía dada su ubicación en la parte alta.