Ya habíamos mencionado que este hermoso santuario; es un punto de reunión de creyentes del sintoísmo, y que se ubicaba en la zona arbolada del parque Yoyogi. Basta con atravesar su torii enorme, elaborado con madera de un milenario cipres. Ubicado en un espeso bosque se presta para diversos espectáculos como danzas, teatro e interpretaciones musicales. El templo fue construido en honor al emperador y emperatriz Meiji, específicamente un jardín de lirio que solían frecuentar. En su interior existe un espacio de culto para las almas de la pareja imperial, consideradas deidades, así como un museo en el que se pueden curiosear objetos relacionados con el día a día de ambos. Bien, nos falto ahondar sobre esa parte en la que lo convierte en un promotor cultural. Su ala exterior tiene acceso a las instalaciones deportivas del parque Yoyogi; una excelente combinación para despejarse de un día agitado.