Es un espléndido templo gótico italiano del siglo XVIII. Diseñado por frailes dominicos, que se alza en las cercanías del Río Adige, en pleno Centro Histórico de Verona. Debe su nombre a la plaza homónima y aunque su construcción duró 120 años, su fachada nunca se completó. Al parecer todo el esmero se lo llevó su campanario de 72 metros de altura. Su interior que cuenta con doce pilares de mármol rojo que sostienen la bóveda de su techo y distribuyen la iglesia en tres pasillos. Además cuenta con 16 capillas, frescos y figuras talladas. Hay tanto arte por apreciar dentro de ella que es imposible aburrirse. Esta es una de esas obras cuyo tamaño y decoración ameritan ser contempladas de a poco, recorrerla de forma comleta para poder disfrutar y absorber todo lo que ofrece. Recomendamos a que deis una vuelta por aquí. /-Sant’ Anastasia-/