Una de las joyas patrimoniales de Extremadura, declarada Patrimonio de la Humanidad por UNESCO, ubicada en la Plaza Sta. Maria de Guadalupe. Fue el primer monasterio de la Orden Jerónima y su arquitectura es el principal representante de diversos estilos arquitectónicos entre los que destacan algunas de sus fachadas como el claustro, el templo y el mudéjar. En tu recorrido guiado podrás conocer no solo su exterior, cuya vista es realmente impresionante, sino también diferentes estancias que, al día de hoy, se han convertido en un museo, pudiendo observar los detalles artísticos construidos en la época y estatuas religiosas que posan en su iglesia. Se trata de una parada obligatoria en tus vacaciones por Extremadura, sobretodo si disfrutas del turismo religioso y quieres conocer el arte sacro de la comarca.