Esta plaza es un símbolo de orgullo para los turolenses, debido a su estructura medieval. Su estatua, tratada en diminutivo, es erigida en honor al animal que según la leyenda provendría el actual topónimo de Teruel. Esta leyenda tiene su origen en 1.170, por el tema del toro que va recorriendo el camino de la muela, hasta el lugar donde indica a Alfonso II y sus huestes, la señal de fundar la ciudad en ese lugar. Su construcción surge en el año 1.858 cuando se coloca la columna sobre la cual reposa la estatua, y sus habitantes comienzan a llamarle Torico en base a esa pequeña medida. El tamaño es la adaptación de la columna que se erigió en esa época, siendo esta la continuación de una fuente que ya estaba desde el siglo XVI. Todos los caminos llevan a roma, en Teruel todos sus caminos llevan al Torico. /-Plaza el Torico-/