Entre tantos núcleos históricos en Praga vale la pena una pasada por esta plaza para empaparse más del pasado y la fundación de la ciudad. La historia moderna ha sido escrita en su mayoría en este lugar. Por el crecimiento sostenido de la recién nombrada capital imperial se levantaron plazas alrededor de la ciudad. La plaza de Wenseslao llegó a ser uno de los puntos centrales cuando el desbordamiento de la ciudad vieja obligo a expandir la ciudad. Su nombre es de nueva data y se debe a la instalación de la estatua ecuestre de san Wenceslao. Testigo de la llegada del comunismo, aún persisten en sus alrededores sus principales edificios relevantes, como el museo Nacional de Praga o el palacio de la Ópera. Considerado un punto de encuentro y centro del arte urbano, es puerta de entrada para algunas calles comerciales como Jindriska.