No podía faltar un táneo por El Espolón, uno de los lugares abiertos más relevantes de la ciudad. A lo largo de ella se esparcen una serie de esculturas encomendadas por Carlos III y algunas de Isabel II. Tiene una zona ajardinada que conecta con el río Arlanzón a través de su malecón gracias a su doble canal que se expande en tres hacia la Parte Alta. Algunos palacios, edificios señoriales y el Teatro Principal son fieles espectadores de aquellos caminantes que tomados de la mano, todas las tardes concurren a este lugar. Digamos que es un corredor directo que vincula el teatro con el Arco Santa María. Si planeas algún tipo de recorrido entonces ya tienes una sugerencia que conecta estos dos fantásticos lugares turísticos.