Nuestro siguiente punto es una visita al parque la concordia, para sacarle el jugo a este paseo de casi dos siglos de historia. Y es que Guadalajara no sería la misma sin este pulmón natural. Ha pasado por varias reformas en su estructura, estilo botánico, de las estatuas que le adornan y de sus nombres. Conserva ese aire romántico y sereno que invita al paseo y a la meditación, mientras el aire agita las copas de sus numerosas acacias. Podemos pasear por la concordia despacio y con la vista puesta en su extensa variedad de árboles, lo que nos llevará algo más de media hora. Hay sorpresas en forma de fuentes, de estatuas, y de placas conmemorativas. Además, si os apetece un vinito o degustar de la gastronomía de la ciudad podemos encontrar tabernas y locales especializados. Un complemento para un paseo diferente. /-Parque de la concordia-/