Su nombre es resultado del característico azul plasmado por largo tiempo en sus paredes; propiedad de una de las familias más influyentes de la época . Ubicado a orillas del río, con su color diferente a los que se acostumbra a ver en las demás fachadas, resulta toda una proyección al arte y la cultura que alberga en su forma de museo. Contiene y expone obras de gran riqueza artística de exponentes locales en sus colecciones permanentes. Desde que se fundó en 1.950, se dedicó a preservar y a exponer los trabajos de pinturas y esculturas relacionados de alguna manera con Pisa. Recorrer el palacio azul es un verdadero viaje en el tiempo. La función que juega esta edificación como promotor de arte lo hace merecedor de un espacio entre las construcciones de mayor importancia dentro de la ciudad. /-Palazzo Blu-/