Este interesante inmueble marca el carácter señorial de Murcia. Construido a comienzos del siglo XX, de estilo manierista, ocupa el último eslabón arquitectónico de la plaza de Santo Domingo. Tiene forma rectangular donde se divisan numerosas ventanas y balcones. El diseño de la fachada frontal destaca su verticalidad y simplicidad en elementos ornamentales. Lo más llamativo del conjunto lo ubicamos en su planta, justo sobre la portada de arco de medio punto. En ella se encuentran dos esculturas de gran tamaño que representan a los salvajes, ambos con una enorme maza en la mano, situados a cada lado de la ventana dentro del estilo barroco. Estos elementos renacentistas del buen salvaje alegoriza la convicción de que el ser humano es bueno por naturaleza; su carácter no lo condiciona el nacimiento sino la educación y la sociedad. Es una idea que los responsables del palacio almodóvar quisieron transmitir al espectador /-Palacio de Almodóvar-/