Se trata de un santuario peculiar al que puedes acceder en coche o en ruta pública en dirección noreste. Su construcción se remonta al siglo XVI gracias al auspicio financiero del Señor feudal y Samurai Daté Masamune. El santuario se compone por un conjunto de edificios curiosamente revestidos con “urushi” en su exterior; una técnica de laqueado de refinados acabados artísticos, solamente empleados en estatuas de deidades y joyas. Se considera un importante monumento a nivel nacional desde mitad del siglo XX. El culto sintoísta de este lugar sagrado se basa en deidades relacionadas con la familia imperial Osaki. Dedicado también a miembros de la construcción del Japón feudal como lo fueron los agricultores, pescadores y guerreros. Es costumbre ofrecer una ofrenda dineraria antes de rezar, pero al ser ajeno a esta práctica considera esa noble acción como una cuota por el mantenimiento de este majestuoso lugar histórico y sagrado