/–/Estas han sido testigos de siglos de incontables asedios, aprovechando estructuras como castillos y casas fortificadas. Esta muralla acorazaba a la ciudad, bordeándola y otorgándole el apodo de la «bien amurallada». Conformaba un conjunto de tres muros que interconectaban todos los caminos de Zamora a través de diferentes puertas y pórticos. Cada entrada ha sido protagonista de acontecimientos importantes y de ver entrar personajes grandes de la historia. Entre ellas, la Puerta de Doña Urraca, del Obispo; en ella se encuentra la casa del Cid, Santa Clara, San Pablo. Actualmente se pueden divisar solo algunos tramos, conservándose en mejor medida la primera de las tres murallas. A pesar del desuso por los avances en defensa y el paso del tiempo, su impronta y espíritu acorazado no se borró del ideario zamorano. Ese valor latente la hace un lugar muy visitado por foráneos y respetado y por los que allí residen. /-Murallas de Zamora-/