Sus monasterios medievales, templos dóricos de diversos períodos e incluso una capilla bajo la tierra permanecen en ruinas. Aún lleva el recuerdo de un importante enclave que lo tenía todo a la vista. Se trata de la antigua ciudad de Yalis que se sitúa en este monte. Es prácticamente lo que te espera luego de una subida por sus diferentes senderos. Se trata de una excursión de rumbo histórico. Su nombre es relativamente nuevo, proviene del primer ermitaño Filerimos. Una vez desaparecida la ciudad, Filerimos se centró en la actividad monástica cristiana y poco después a la eremita. En esa cima se resguardan antiguos templos a Zeus y Atenea, que resurgieron de recientes excavaciones. También es notable la Gran Cruz, una estructura sumamente grande a la que se puede subir a través de su interior y obtener la mejor vista de la isla.