La Puerta de los Griegos se convirtió en la entrada de los árabes a Palermo en el 800 a.C, quienes, desde ese entonces, dejaron una huella imborrable, y la existencia de La Kalsa da fe de ello. Es uno de los barrios más antiguos en el que la mezcla cultural es más que evidente. Une perfectamente el estilo árabe con el barroco. Situación que la dota de una personalidad única y forma parte de su actual encanto. Fue blanco de varios bombardeos durante la segunda guerra mundial, pero poco a poco ha ido recuperando su forma original y colorido. Esta muy cerca del puerto y por sus plazas, pequeñas calles, particular gastronomía, monumentos y grandes palacios proyectan en el aire ecos de historias pasadas, sembradas en la memoria de sus pobladores y que atraen a los viajeros que desean conocer este sitio de tan interesantes relatos.
/-La Kalsa-/