Esta iglesia de diseño gótico es obra de Rodrigo Gil de Hontañon, edificada totalmente en piedra. Sus tesoros más preciados, el retablo mayor de San Benito el Real y la Sillería se encuentran actualmente en el Museo de Esculturas de Valladolid. Al pie de San Benito recordamos los caprichosos recorridos del Esgueva, cuyo ramal norte descendía antiguamente por sus calles cercanas. Podéis continuar su visita en el sorprendente subsuelo vallisoletano. En esta ocasión, bajo la iglesia y el convento de san Benito encontraremos los restos del alcazarejo, parte del alcázar real, que fue la primera fortificación de la ciudad, un edificio que data aproximadamente del siglo XII, en plena la época de la repoblación medieval. Es un privilegio poder acceder a estas ruinas como un paseo por lo más destacado de la arqueología de Valladolid. /-Iglesia San Benito-/