La Cueva de La Lastrilla es una de las representaciones históricas que dejan ver el acervo cultural de Castro Urdiales. Fue descubierta en la década de los años cincuenta del siglo XX y allí se evidencia el arte rupestre paleolítico. Consta de una cavidad a la que se tiene fácil acceso, a través de una pista que inicia en el barrio Sangazo. Su estructura es una cavidad enorme, de aproximadamente trece kilómetros hasta ahora descubiertos y aptos, en los que hay varias bocas abiertas en el fondo del valle de Sámano. Al llegar al lugar resaltan La cavidad posee numerosas evidencias prehistóricas, de la época del paleolítico superior. En la segunda zona se hallaron algunos fragmentos de cerámica a mano, entre ellos una vasija completa. Los excavadores que hallaron el lugar también localizaron restos óseos, predominando los de ciervo. /-Cueva de La Lastrilla-/