Lo que anteriormente era una capilla de monasterio dedicada a San Benito, hoy día el gótico meridional hace de esta catedral una interesante obra del siglo XIV. Su fundación fue en 1.364 a manos de su Santidad Urbano V y fue consagrada en el año de 1.373. Su extraño frente llama la atención por sus dos pilares robustos que sostienen el porche. AL entrar se puede observar justo a su derecha el coro elaborado en el siglo XIX. Aunque la luz natural no ayude mucho en su interior lo agradable de sus detalles lo hace encantador; esto es si hacemos mención de que su altar mayor está elaborado en piedra ónice, o los sonidos únicos de sus órganos y los colores que destellan sus vitrales que representan a los apóstoles y los profetas. /-Catedral de San Pedro de Montpellier-/