Es un excelente lugar para apreciar el arte de la piedra labrada para hacer del gótico tardío uno de los mayores atractivos de Burgos. Y más que un sitio para apreciar la belleza es un lugar para empatizar con la espiritualidad y la vida monástica. Construida sobre lo que era un alcázar, la razón de su levantamiento fue para albergar los restos de los progenitores de Isabel la Católica. Estos sepulcros evocan lujo y sobriedad de acuerdo con el esculpido en alabastro. Su ubicación junto a los resto de los reyes de Castilla se encuentran en la cabecera de la iglesia. El retablo de oro y las vidrieras acompañan con fino arte flamígero un espacio compuesto por nave única. Definitivamente entra entre los sepulcros más hermosos del arte gótico. Su sillería el Coro unen el renacentismo ejecutado en el siglo XVI.