Esta catedral presenta la influencia de diferentes periodos. Sus orígenes se remontan al 380 a.C, pasado que se evidencia en los mosaicos originales de en sus suelos. Fue víctima de terremotos, razón por la que se sometió a distintas remodelaciones y es a partir de estas que empieza a adquirir remates góticos. Posee una fachada románica del siglo XII que podría no resultar muy llamativa para los turistas, pero la impresión que da al entrar hace cambiar de parecer. Los frescos de los siglos XIV, XV y XVI son los que más se suelen robar la atención de las visitas. Su silencioso interior está lleno de estatuas y esculturas que impactan. Los turistas pueden disfrutar de sus capillas, mosaicos, piezas de mármol y todos los detalles que le otorgan su hermosura, fieles testigos de distintas épocas y de sus historias. Todo esto gracias a las audioguías que posee este templo. /-Catedral de Verona-/