Los jesuitas también estuvieron presentes en Calatayud, y aquí tenemos una muestra de ello. La iglesia es de principios del siglo XVII como vemos en su fachada. La típica arquitectura de la época que tiene esta orden religiosa la vemos plasmada en una gran nave central, las laterales son capillas, protegidas por arcos y comunicadas. Su retablo no corresponde a este lugar, el que estaba lo vendieron para construir la torre, así que con el dinero recaudado pudieron levantarla y comprar el actual retablo neoclásico. Lo más importante a nivel de arte que tiene esta iglesia son las pechinas, que están pintadas por un joven Francisco de Goya, que con tan sólo 20 años era uno de los discípulos más aventajados el pintor Francisco Gallego. Esta parada nos obliga a apreciar ese tenebrismo de todos los fondos que en ella pinta Goya. /-Iglesia San Juan el Real-/