Cerca de las las inmediaciones del palacio del Infantado se encuentran las ruinas del Alcázar Real de Guadalajara. Esta estructura del siglo XIII, ha sufrido embates de muchos conflictos bélicos a través del tiempo. Se encuentra entre el camino de Madrid y el barranco de Alamín. Se trata de un complejo defensivo, de adecuación estilística mudéjar y cristiana. Actualmente se sigue discutiendo acerca de la evolución en su estructura, luego de diferentes ocupaciones andaluces y castellanas. Sirvió de residencia para cortes reales durante y después de la invasión musulmana. Para entonces era considerado una de las edificaciones más hermosas de la península ibérica, y ha tenido muchos usos con fines defensivos y fabriles. La situación actual de estas ruinas está condicionada a un compendio de programas de rehabilitación y excavación dada su extensa complejidad multicultural e histórica. La hacen atractiva para potenciar el turismo arqueológico a través de visitas especializadas. /-Alcázar Real de Guadalajara-/