Rodeada de una vegetación exuberante que se conoce como Selva Triste se encuentra la Laguna Verde, casa de especies como cipreses, coihues, arrayanes, radales y otras más difíciles de ver, esta selva constituye un pulmón natural imponente que hace juego con la laguna de 5,5 mts de profundidad que se formó por las lluvias caídas año tras año en la zona. El camino a este lugar puede recorrerse sin ningún problema solo y a pie, sin embargo es recomendable hacerlo en compañía de algún guía turístico local, quien además de guiarte por el sendero, ofrecerá una explicación enriquecedora sobre las características de la reserva y será de gran ayuda a la hora de identificar la gran variedad ecológica que convive en este ecosistema. El viaje silencioso por el sendero permite disfrutar de los relajantes sonidos del bosque, caracterizado por el canto del chuaco o el huet huet, aves que se refugian en el bosque sombrío y húmedo. /-Laguna Verde – Selva Triste-/