El comienzo de tu ruta turística no podría tener un mejor inicio que haciendo una parada en la Basílica el Pilar, ubicada en el municipio de Zaragoza, en la Plaza el Pilar. Se trata del templo eclesiástico más importante de la comunidad y se hace inevitable no contemplarlo, no sólo por la arquitectura barroca que la describe, sino por que su vista está acompañada por el curso del río Ebro, ya que la misma alza su pilares adornados en la orilla cerca del Puente de Piedra. Su interior también es uno de los atractivos de esta iglesia, debido a que alberga pinturas frescas en el techo hechas en cromatismo rococó, incluyendo además, el número de esculturas y estatuillas religiosas valiosas. Este es el punto perfecto para conocer el centro histórico de Aragón, ya que en sus alrededores también encontrarás museos arqueológicos y de arte.