O Tetsugaku no michi, surge de la genialidad del profesor en filosofía japonés Nishida Kitaro. Kitaro frecuentaba este sendero urbano para despejar su mente y adentrarla a lo más profundo del pensamiento humano. En la actualidad este sitio se ha convertido en un sitio turístico altamente frecuentado. La paz y espacio no es del todo propicio para desconectarse en la actualidad, ahora que muchas personas gustan atravesarlo. Es como entrar a un túnel colorido, sobre todo en épocas de otoño. Los cerezos y flores de sakura, arces y otros rellenan el espacio que se expande paralelamente al canal Shishitagani. Marca tu propio ritmo utilizando sus tiendas, templo, galerías y cafés como paradores durante esta placentera caminata.