Para los amantes del paseo, la Rambla Nova constituye un banquete de vistas por sus fachadas modernistas y neoclásicas; toda la belleza que le confiere es rematada por una serie de obras monumentales que adornan el trayecto donde podrás evidenciar el trabajo artístico de la Fuente del Centenario y un Roger de Llúria, sentado en una banca al que le puedes hacerle compañía y leer el periódico o tomarte un selfie. De todos modos el paseo constituye un montón de sorpresas culinarias junto a bares y quioscos donde podrás adquirir recuerdos. Nada mejor que esta vía como enlace entre el río Francolí y la costa. Su famoso balcón del Mediterráneo y tocar ferro, franca expresión lugareña, donde asomarse a su baranda de forja te ofrece la más bonita mirada hacia el mar y todo el litoral.