Declarado Parque Nacional en la década de los 70. Está compuesto por un paisaje surreal forjado por la intensa actividad volcánica registrada en el siglo XVIII y que provoco la destrucción de poblados aledaños. Los colores de esta tierra corresponden a un inhóspito entorno dominado por la lava y la poca influencia del hombre. Representa una de las vistas más interesantes de la isla. Es un sitio al que se accede pagando entrada y explorando ciertos lugares, puesto que el ambiente se encuentra protegido. Si bien su actividad volcánica no se ha hecho visible sino hasta el siglo XIX, el calor que emana del suelo te hará sentir que te encuentras en sobre una bomba de tiempo natural. Si eres apasionado por la ciencia y paisajes raros entonces esta es tu oportunidad de venir y tomar buenas fotos.