Fue bautizada con el nombre del patrono, São Gonçalinho, en el siglo XVIII, quien se le atribuye el poder de curar enfermedades. Se trata de una capilla hexagonal de color blanca resplandeciente adornada con mosaicos de azulejos. Una interesante formación rocosa que parte desde el suelo modela una pequeña plaza rodeada de coloridas casas. Aveiro es conocida por ser una ciudad de la costa, con sus canales navegados por los moliceiros y sus pescadores de bacalao, pero pocos visitantes están familiarizados con las costumbres de los lugareños. En esta capilla se celebra todos los 10 de enero el festival del patrono. La pequeña iglesia se ilumina con luces de colores, música popular y muchos eventos culturales. Definitivamente visitar la capilla en pleno invierno es la decisión más certera. /-Capilla San Goncalinho-/